sábado, 28 de noviembre de 2015

¿EXISTEN SOLO EN LA CIENCIA FICCIÓN LAS CIVILIZACIONES ALIENÍGENAS?



¿EXISTEN SOLO EN LA CIENCIA FICCIÓN LAS CIVILIZACIONES ALIENÍGENAS?
Marcos Tulio Hostos - ACA

El caso de la estrella KIC 8462852 con su inusual comportamiento en su curva de luz ha puesto sobre la mesa la posibilidad de vida en el espacio exterior o ¿Realmente existen civilizaciones en otros sistemas planetarios? Esta posibilidad se viene discutiendo desde hace siglos, pero, lógicamente con mayor intensidad en la época actual de exploración espacial. Lamentablemente no hemos llegado a conseguir una respuesta contundente sobre el caso.
¿Hay vida en el Universo? Y por añadido… ¿Existen civilizaciones extraterrestres?  Muchas personas han elucubrado sobre este espinoso tema, desde diferentes campos, científico, religioso, filósofo, mitológico, investigadores de ovnis, escritores de ciencia ficción hasta fascinados  poetas, cada uno inspirado en su particular forma de trazar las cosas. Muchos sospechan que esas sociedades en el Vía Láctea pueden estar adelantadas a nosotros no cientos si no por miles de años. Esto realmente es preocupante por el gigantesco abismo cultural que nos separaría. Algo tan simple como entablar una conversación con ellos se transformaría en un protocolo de marco conceptual muy difícil de entender para ambos. Muchos científicos desde la década de los 90, cuando se descubrió el primer exoplaneta, han tomado con responsabilidad este dilema cósmico y creen firmemente la posible presencia  de vida en los exoplanetas como también en algunos satélites de nuestro sistema solar.
En el campo de la ciencia, tenemos defensores de la existencia de dichas sociedades alienígenas, desde Bernard de Fontenelle en 1657 y Camille de Flammarion en el siglo XIX hasta nuestros días como Frank Drake y Carl Sagan quienes han defendido la posible existencia de mundos habitados girando las estrellas. E igualmente encontramos otros que niegan totalmente esa posibilidad. ¿Como estas hipotéticas civilizaciones habrían conseguido llegar a diferentes niveles de desarrollo en el Universo? Debe ser una historia fascinante. Sin duda, el descubrimiento de una civilización alienígena marcaría un hito en la historia de la Humanidad con consecuencias profundas e insospechadas que nos marcaría para siempre.
Un método científico para determinar el posible desarrollo de civilizaciones en nuestro Universo es la propuesta del astrofísico ruso Nikolái Kardashov presentada en 1964. Conocida como la Escala de Kardashov. En esta sucesión se propone medir el progreso tecnológico de una civilización basado en la cantidad de energía aprovechable que consume según el grado de complejidad que ella escale. Frente a el grado de expansión o colonización que tenga en el espacio.  
Kardashov crea tres categorías:
1)     Civilización Tipo I
2)     Civilización Tipo II
3)     Civilización Tipo III
Civilización Tipo I consiste a grandes rasgos, en una civilización que utiliza todos los recursos de su planeta en forma equilibrada, sin contaminar y los aprovecha al máximo de forma racional. Indudablemente no es el modelo de nuestra civilización actual, por un lado, llena de conflictos religiosos, políticos, ideológicos, guerras, administraciones gubernamentales corruptas, delincuencia organizada, desigualdades en el desarrollo entre países, explotación de recursos irracionalmente, conflictos territoriales, étnicos, brecha enorme entre ricos y pobres entre otros factores. No hay duda que estos conflictos hacen un gran peso en el camino de nuestra especie de establecer una civilización tipo I.
Pero por otro lado, existen señales positivas que van en esa dirección, el progreso de los derechos humanos, las artes, la cultura etc. Una que ha contribuido con gran fuerza es la ciencia. La ciencia ha dado un ejemplo de cooperación y si se quiere hasta de hermandad. Muchos proyectos científicos se han dado por presión de los investigadores hacia los gobernantes, traspasando barreras políticas e ideológicas. Un ejemplo de ello es que en la guerra fría científicos rusos y estadounidenses hicieron contacto para intercambiar información, logrando la cooperación entre naciones antagónicas. Otro ejemplo la tenemos orbitando desde hace años. La Estación Espacial Internacional, formada por módulos de diferentes naciones en donde la habitan en forma permanente seres humanos.
También la ciencia, nos ha permitido concientizarnos de que no solo vivimos en un territorio, o un país si no que vivimos en un frágil planeta y formamos parte de una sola raza o especie, llamada Humanidad.
Se calcula (si todo sale bien) la humanidad dentro de 100 a 200 años podría llegar a ser una Civilización Tipo I.
Civilización Tipo II. Consiste en una civilización que aplica los principios de la tipo I aprovecha toda la energía de su estrella madre, utilizando mecanismos tecnológicos (algo como una esfera de Dyson) emplea los recursos no solo de su sistema planetario, si no que, también utiliza los recursos de los planetas y la energía de las estrellas cercanas de otros sistemas planetarios en su beneficio. Este tipo de civilización es capaz de viajar a través de una galaxia movilizando su propio sistema planetario. Esto le permitiría sobrevivir a catástrofes cósmicas como la explosión de una nova o supernova. Aumentando considerablemente su capacidad de perdurar en el tiempo.
Civilización Tipo III. Es una civilización con la capacidad tecnológica de aprovechar la energía de todas las estrellas de una galaxia y posiblemente la energía liberada de agujeros negros supermasivos. Es el mismo principio de la civilización tipo II pero ampliado a toda una galaxia. Técnicamente ningún Hecatombe en la galaxia la afectaría.  Logrando con esto la inmortalidad como especie. Para llegar a esto tendríamos que sobrevivir durante miles de años.
Otros científicos han intentado demostrar la posibilidad de encontrarnos algún día con una sociedad estelar utilizando las matemáticas, concretamente el método de las estadísticas para estimar el número de civilizaciones existentes en nuestra Galaxia. Es el caso de Frank Drake radioastrónomo y uno de los más entusiastas personalidades del proyecto SETI. En su conocida Fórmula de Drake (1961) se  identifican los elementos significativos  en el progreso de las civilizaciones. Esta ecuación es popular dentro de la comunidad científica por considerarse la primera aproximación teórica al problema. En el caso de nuestro Sol se establece que ella representa una sola estrella dentro de un panorama de 7x  estrellas en el Universo observable. Nuestra Galaxia es solo una de entre 500.000.000.000 galaxias en el Universo. Lo que lleva a lucubrar la existencia de un número formidable de planetas habitados.
http://www.labrujulaverde.com/wp-content/uploads/2014/07/Ecuacion-Drake-como-calcular-numero-civilizaciones-extraterrestres.jpg
Otro grupo de investigadores que defienden la posibilidad de la existencia de la vida extraterrestre se basan en El Principio de Mediocridad o el  principio de Copérnico aplicado a la Astronomía. Su autor es el profesor de astrofísica John Richard Gott en donde se establece que nuestro planeta y el ser humano están formados por los mismos elementos existentes en el Universo. Y si se encuentran las mismas condiciones y elementos en otros planetas, la lógica nos dicen que en un alto números de exoplanetas se puede duplicar lo que se formó en la Tierra.
Nuestra civilización ha descubierto lentamente la realidad que nos envuelve, somos seres comunes y corrientes. Siglos atrás pensábamos que la Tierra era plana, posteriormente pasamos de ser el centro del Universo a formar parte de un sistema planetario situado en una galaxia que forma parte de un grupo de galaxias y ahora estamos concientes que vivimos en una pequeña roca flotando cerca de una modesta estrella amarilla, entre millones de estrellas mucho más grandes y luminosas, muchas de ellas tienen planetas rocosos con una masa hasta diez veces la masa de la Tierra. Lo que ha ido reforzando El principio de mediocridad. Es importante recalcar que el principio de mediocridad no es una ley específica aplicable a todo.
Indudablemente la ciencia ha llegado a expandirse es aplicando el método científico y no acepta de buenas a primeras los planteamientos que se presentan delante de ella.
Dentro de este compendio de afirmaciones que apoyan la posibilidad de la existencia de sociedades con niveles de desarrollo tecnológico en nuestra Galaxia y en nuestro Universo, se encuentran investigadores que no comparten el optimismo de muchos de sus colegas. Estos rechazan la posibilidad de la existencia de estas poblaciones de seres inteligentes alienígenas. Y un argumento que se ha esgrimido por muchos de estos investigadores es la conocida Paradoja de Fermi o Principio de Fermi.
En la Paradoja de Fermi se expone que si existen civilizaciones avanzadas en nuestra Galaxia, ¿por qué no vemos rastros de ellas? ¿Donde están sus naves espaciales? ¿Dónde están sus transmisiones de comunicaciones? ¿Dónde están? Por lo tanto si no tenemos noticias de ellos quiere decir que no existen.
Para entender el por qué Fermi llegó a esta conclusión debemos incursionar en el marco histórico en que fue proyectada. Enrico Fermi trabajó en el proyecto Manhattan dedicado a desarrollar la bomba atómica. El vivió y se involucró de manera directa en la posibilidad de autodestrucción a la que llegaba una civilización en una etapa determinada. Esto seguramente lo llevó a pensar que las supuestas civilizaciones en nuestra Galaxia al llegar a esta etapa seguramente se autodestruirían. Indudablemente estas vivencias históricas por las cuales pasó Fermi influyeron en él para llegar a estas conclusiones.
Otra teoría que apoya la inexistencia de vida en el espacio exterior es la hipótesis de la Tierra Rara. En donde se establece que nuestro planeta tiene una serie de condiciones “especiales” que lo hacen prácticamente único en el Universo o por lo menos un objeto extremadamente raro incluyendo lógicamente a la aparición de la vida.
Argumentando que la vida en la Tierra es el resultado de múltiples factores de orden astrofísico y geológico puntuales a tal grado que reducen drásticamente la posibilidad de duplicarse en otro lugar del Universo. Se basa primordialmente en el “fenómeno Goldilocks” en donde se afirma que la presencia de la vida en nuestro planeta se debe a múltiples  factores entre ellos temperatura, radiación y presión que mantienen unos rangos muy ajustados permitiendo su presencia y evolución.
Realmente la aparición y evolución de la vida en un planeta está supeditada a múltiples factores desde los domésticos, que son propios del planeta: la presencia de agua, tener una atmósfera densa, campo electromagnético que proteja de radiaciones mortales, que sea un planeta rocoso, poseer tectónica de placas. Etc. En su sistema planetario los factores son: una distancia a su estrella que permite recibir la energía adecuada, esta distancia es conocida como zona de habitabilidad es importante para mantener el agua en sus tres formas, poseer un satélite permite estabilizar el eje de rotación del planeta. Dentro de una galaxia los factores son: el estar ubicado lejos de la presencia de novas o supernovas que abundan en los brazos espirales de una galaxia aumenta las posibilidades de desarrollarse la vida, estar a una distancia prudencial del centro de la galaxia evita las altas dosis de radiaciones. La pregunta se mantiene firme y sólida ¿Existe vida en el Universo?
Créditos:
Wikipedia – Escala de Kardashov
Wikipedia -- ­­Ecuación de Drake
NeoTeo.



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