lunes, 23 de noviembre de 2015

Planeta Viviente.



 






Marcos Tulio Hostos.  ACA
                                                                                         
 PLANETA VIVIENTE -                                hostosmarcosastro@gmail.com


Desde hace alrededor de 4500 millones de años la vida en nuestro planeta ha recorrido en diferentes escalas temporales una serie de ciclos, en algunos de ellos la vida floreció en todo su esplendor y la supervivencia y evolución de muchas especies se mantuvo estable durante millones de años. Pero en otros, la vida fue truncada de manera abrupta, caótica en lo que se conoce como "Extinciónes masivas". En ellas la mayoría de los seres vivos que poblaban la Tierra perecen en un período de tiempo que puede variar en duración. Para tener una idea más clara de esto según algunos expertos, una constante es que en una extinción masiva todo aquello que pesa más de 25 Kilos muere. Con el tiempo algunas especies que lograron sobrevivir reaparecen y evolucionan, poblando nuevamente al planeta, mientras que otras desaparecieron totalmente y solo las conocemos por sus fósiles dando paso a la aparición de nuevas especies.

 Las extinciones masivas tienen su origen en dos tipos: 
(a) Producto de eventos propios de la Tierra como: Cambios climáticos, Pandemias, Glaciaciones, Vulcanismo.

(b) Eventos de origen Cósmico: caída de Asteroides, Cometas, Meteoros, incluso se ha tomado la posibilidad de una lejana compañera de nuestro Sol que nos visita periodicamente.


Gracias a la última de estas extinciones masivas globales, evento acontecido hace 65 millones de años (por el impacto de un asteroide en la zona de Chicxulub, en el golfo de Méjico) se puso fin a la hegemonía de los dinosaurios como especies dominantes durante millones de años. Dando paso a los hasta ese momento, insignificantes mamíferos, representados por pequeños roedores. Lo que dio a lo largo de millones de años la oportunidad a los homínidos a evolucionar hasta llegar a constituirce la especie humana. Según los estudios, en ese período la gran mayoría de los dinosaurios se extinguieron por esta mega catástrofe y algunos investigadores afirman que algunos dinosaurios evolucionaron hasta convertirse en algunas de nuestras aves actuales. 

Estudios recientes han demostrado que la vida en nuestro planeta es mucho más antigua de lo que se creía. El descubrimientos de bacterias fósiles encontradas en rocas antíguas demuestran que en la era temprana de formación de nuestrom planeta ya ciertas formas de vida se reproducian.


 “El Origen de la Vida” en nuestro planeta según los científicos dedicados a la “Abiogénesis” (que  estudia el inicio de la vida en la Tierra), han establecido que la formación de primitivas moléculas orgánicas estimuladas posiblemente por  la energía de los rayos atmosféricos, crearón el caldo de cultivo requerido para la formación de moléculas complejas. Después de millones de años se inició la formación de primitivos seres unicelulares cuyo hábitat eran los mares primigenios, en cuyas aguas se protegían de las mortífera radiacion cósmica. 
Otra teoría, que tiene cada vez más seguidores es la teoría de la Panspermia en donde se establece que la vida puede tener su origen en cualquier lugar del Universo, y no proviene  exclusivamente de la Tierra; esta teoría establece que la vida viaja por el Universo incrustada en rocas, meteoros o escombros y que en algún momento posiblemente contaminaron la Tierra. Estas formas de vida, moléculas complejas, aminoácidos viajan  en el interior de  meteoritos protegidos de esta forma de la radiación cosmica y las extremas temperaturas, Estos organismos una vez establecidos en nuestro planeta fueron evolucionando en la  diversidad de especies durante millones de años, desde seres unicelulares hasta especies más complejas como las especies actuales. Muchas formas de vida fueron exitosas durante largos períodos de tiempo, como los Trilobites. Otros incluso han sobrevivido hasta nuestros días los tiburones, tortugas, cocodrilos, tipos de plantas etc. En el caso de los dinosaurios poblaron prácticamente todos los espacios durante su paso por el planeta. En esos tiempos la vida floreció con una grán diversidad y exuberancia de especies animales, plantas e insectos. La realidad de la vida en nuestro planeta se nos exhibe en todo su esplendor en un sinnúmero de expresiones.

Toda esta espectacular explosión de seres vivientes que se extendió por todos los rincones de nuestro planeta, ha prosperado dentro de un proceso evolutivo constante durante largos períodos de tiempo.

Recientemente se ha planteado una novedosa teoría en la cual bosqueja  que el origen del agua en nuestro planeta (aspecto fundamental para sustentar la vida) pudo originarse del polvo cósmico que deambula flotando por el espacio y que cae  constantemente en la superficie terrestre.

Pero no solo en nuestro planeta, si no en todos los cuerpos que forman nuestro sistema solar. Anteriormente se planteaba que el agua en la Tierra provino de los núcleos cometarios, esta nueva teoría explicaría la presencia de agua detectada en cráteres de los polos lunares.



Los investigadores profundizan cada vez más y exponen a la luz los diferentes caminos por donde la vida ha transitado durante millones de años, con sus aciertos y equivocaciones. Sus investigaciones les ha permitido descubrir una serie de factores que revelan un número de interrogantes como: ¿Porque la vida en nuestro planeta es tan prolifera y heterogénea? e igualmente ¿Por qué  ha sobrevivido relativamente estable durante tanto tiempo?

Uno de los múltiples factores que indefectiblemente ha contribuido a la estabilidad y permanencia de la vida en nuestro mundo es la relación Tierra-Sol.


La distancia entre nuestra estrella más cercana y nuestro planeta es de aproximadamente unos 150 millones de kilómetros (unidad de distancia conocida como Unidad Astronómica), esto se conoce como la zona de habitabilidad, esa distacia permite la temperatura adecuada para que el agua se presente en sus tres formas: líquida, gaseosa y sólida. Tenemos otros lugares en nuestro Sistema Solar en donde posiblemente se encuentre el agua en sus tres formas como algunos satélites de Júpiter y Saturno que gracias a otros mecanismos como es el efecto marea obtienen el calor necesario para mantener el agua en esas condiciones. A diferencia de la Tierra en donde el Sol provee del calor necesario para este fin.

El factor agua es indispensable para el desarrollo de la vida en un planeta telúrico o rocoso como el nuestro. El agua, entre otras propiedades, permite disolver y mezclar los diferentes elementos que contribuyen en el proceso de la formación de moléculas orgánicas, posiblemente en un momento muy remoto de la formación de la Tierra, el agua ayudó a que algunos elementos se combinen y se dio las primeras manifestaciones de vida arcaica.

Esta vida primigenia encontró en el agua líquida el medio de abrirse paso con tenacidad en un mundo completamente inhóspito. Como ejemplo de la subsistencia tenemos los llamados seres “extremófilos”, bacterias que viven a grandes profundidades del interior de la Tierra, también las que viven a altas temperaturas en aguas termales o a profundidades abisales soportando grandes presiones.

Haciendo una reflexión sobre la aparición de la vida en la Tierra, sin lugar a dudas estos factores favorecieron incuestionablemente el origen y posterior evolución de los seres vivos.

Pero, creo que indudablemente existe otro factor al cual vale la pena reflexionar pero no es medible. La vida posee esa chispa, esa motivación, ese ímpetu intrínseco que la hace luchar en contra de las condiciones más desfavorables ayudada por su inmensa capacidad de adaptación ante un medio contrario a la existencia de ella misma como lo es el Universo.

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