martes, 7 de noviembre de 2017

HYPATIA LA DAMA DE LAS ESTRELLAS



HIPATYA  LA DAMA DE LAS ESTRELLAS

Por: Marcos Tulio Hostos 

 
 
"Es algo terrible enseñar que las supersticiones son verdades".
La vida es un des-plegamiento, y cuanto más lejos viajamos mayor es la verdad que podemos abarcar.

Posiblemente una noche estrellada del año 375 en la antigua Alejandría, capital de la diócesis romana de Egipto nació una niña cuya vida fue significativamente marcada por el paso de los planetas y las estrellas en la bóveda celeste. Esta niña recibió el nombre de Hipatia y se desconoce quién fue su madre.
Hipatia era hija del famoso filósofo, matemático y astrónomo Teón de Alejandría, quién para entonces se dedicaba al estudio e investigación en el Museo de Alejandría fundado por Ptolomeo. Teón estudió a Euclides y Talauma, sus trabajos fueron: Los elementos de Euclides, El Data y la Óptica. Es reconocida su participación en el Almagesto, recopilación de astronomía sobre las constelaciones. En el Museo vivían aproximadamente 100 profesores que impartían conocimiento, sumado a los profesores invitados que participaban en la enseñanza. Hipatia ayudó a su padre a escribir las once partes de las matemáticas que él publicó en el Almagesto de Ptolomeo.
La Astronomía, ciencia en que se enfocó a educarse Hipatia, fue estudiada por los griegos desde tiempos inmemoriales. Ellos absorbieron el conocimiento astronómico de las antiguas civilizaciones de la India y Babilonia. Durante el período helenístico y el imperio Romano, muchos astrónomos trabajaron en el estudio de la astronomía en el Museo y la biblioteca de Alejandría.
Hipatia creció en un ambiente académico, rodeado de filósofos, matemáticos, astrónomos e investigadores en donde la constante enseñanza de su padre la ayudó a conocer y formarse dentro de las concepciones de la naturaleza, el universo del  helenismo pagano, la filosofía y el racionalismo. Ella por su posición privilegiada pudo tener acceso a libros, pergaminos, textos y manuscritos sobre ciencias exactas desde muy joven, cosa que era prohibido para la mayoría de las personas, también se rodeó de intelectuales, científicos y librepensadores..
La Alejandría en donde transitó Hipatia en los primeros años del siglo V, era una verdadera metrópolis, para ese período Alejandría era famosa por su Museo de gran popularidad como centro científico, su voluminosa biblioteca, poseía una inmensa cantidad de libros sobre el conocimiento y cultura de muchos pueblos; además poseía grandes templos, su número de habitantes en donde se mesclaban diferentes culturas era elevado para el estándar de la época. Fundada por Alejandro Magno en el año 332 A.C. cuando el conquistador Alejandro le arrebató Egipto al imperio Persa al derrotar a Darío III. Se dice que Alejandro Magno al entrar a la ciudad fue aclamado como un libertador.
Como ciudad capital de Egipto, Alejandría formaba parte del imperio romano de Oriente y era gobernada por un prefecto nombrado por el mismo emperador de Constantinopla; pero para esos tiempos una gran parte de la población obedecía las directrices de su obispo y patriarca Cirilo, quién defendía la fe y la ortodoxia de los habitantes cristianos a nombre de la iglesia.
Desde que el emperador Teodosio I proclamara el cristianismo como religión única para el imperio, el poder eclesiástico se consolidó y tomó las ciudades y se fijó como objetivo el arrinconar el antiguo paganismo, actuando con dureza y ferocidad, no solo en contra de los practicantes de los antiguos cultos sino en contra de los que pensaban diferentes, herejes, cristianos no católicos y judíos muy numerosos en la ciudad.
Su padre Teón, se cuidó en cultivar la curiosidad innata de Hipatia y se esmeró en darle una buena educación científica sobre matemáticas y astronomía durante su niñez, hasta el punto de enviarla a regiones distantes como Italia y Atenas para estudiar filosofía y así ella pudiera  ampliar su visión de su mundo contemporáneo. Al morir su padre regresa a Alejandría y se dedica a impartir el conocimiento adquirido entre sus alumnos.
Hipatia era una joven dotada de gran belleza e inteligencia que llegó a cultivar rigurosamente su cuerpo mediante varias técnicas de ejercicios físicos que le permitieron mantener su cuerpo saludable y su mente despierta. Sin embargo, a pesar de ser una mujer bella e inteligente y seguramente pretendida por muchos, no fue tuvo interés en mantener una relación estable que la llevara a concretar un matrimonio; ella toda su vida conservó principios morales y éticos y estuvo focalizada en la ciencia y la enseñanza.
Es importante destacar que ella nunca trabajó en la Biblioteca de Alejandría, ya que esta había sido destruida años antes, su padre trabajó en el Sarapeum, un anexo que fue lo único que sobrevivió a la destrucción de la famosa biblioteca, este también fue destruido posteriormente.
Su actitud de apego al estudio de la ciencia y su filosofía de vida basada en la tolerancia y la racionalidad le originó un gran aprecio y admiración de un amplio sector de la comunidad. Ella se convirtió en un símbolo que personificaba la ciencia y las artes en la región. Enseñó a un selecto grupo de aristócratas que poseían cargos influyentes del cuál formaban partes cristianos, paganos y judíos sin distinción.
Hipatia se dedicó además a escribir libros sobre geometría, álgebra y astronomía y logró mejorar el diseño de los primeros modelos de astrolabios (instrumentos dedicados a medir la altura de los astros y el Sol utilizado para la navegación), Logró hacer el salto gigantesco de pasar de la ciencia dedicada solo a la reflexión a la ciencia de estudio de campo y  observacional como fue en el caso de la astronomía. Se dedicó a hacer observaciones de órbitas planetarias, posiciones de las estrellas en la bóveda celeste, la creación de planisferios, tablas astronómicas y teorizó sobre la verdadera posición del Sol y la Tierra en su concepción existente primitiva y reducida del Universo que prevalecía en su época. También se le atribuye la construcción de un hidrómetro y un hidroscopio.
Hipatia constituía parte de la élite pagana que era fiel a sus antiguas ideas y creencias que formaban parte de su herencia cultural. Esa élite pagana defendía su legado clásico helenístico en contra de una realidad cada vez más sombría para ellos, representada por el hostil cristianismo imperante, fortalecido por la decisión del emperador Teodosio I de ser la religión oficial del imperio romano.
El poder eclesiástico se consolidó y tomó las ciudades y se fijó como objetivo el arrinconar el antiguo paganismo, actuando con dureza y ferocidad, no solo en contra de los practicantes de los antiguos cultos, sino en contra de los que pensaban diferentes, herejes, judíos muy numerosos en la ciudad.
Existía toda una estructura formada por el clero y los monjes que vivían en los alrededores en favor de la obediencia al obispo, estos en situaciones de tensión ejercían la violencia, fomentaban disturbios para demostrar su poder e intimidar, incluso llegaron a destruir los templos de los infieles.
Para ese período de la historia Egipto formaba parte del imperio romano de Oriente y era gobernada por un prefecto nombrado por el mismo emperador de Constantinopla; pero para esos tiempos un gran número de la población obedecía las directrices de su obispo y patriarca quién defendía la fe y la ortodoxia de los habitantes cristianos a nombre de la iglesia.
Realmente Hipatia le tocó vivir una época convulsionada y confusa, que trastocaba los cimientos de la civilización en que ella había crecido, solo su fortaleza mental y su formación académica le permitieron sobre llevar estas circunstancias inevitables. Y por qué no decirlo, Hipatia vivió en un momento de la historia en que la mujer era desvalorizada y nulificada, el solo hecho de ser mujer constituía una desventaja para ella o para cualquier otra mujer.
Su fidelidad al paganismo la llevó al choque con la cada vez más poderosa iglesia católica, ella en cierto modo representaba el declive de la civilización helenística, su ciencia, arte y cultura pagana. Su prestigio y fama en Alejandría la hacían blanco de envidias y celos infundados al presentarla como un enemigo potencial del nuevo status establecido por el imperio romano.
Ella apoyó y llegó a ser la consejera en temas políticos del prefecto Orestes (quién fue su discípulo), nombrado como autoridad por el Emperador Teodosio I. Ella además fue consejera de las altas autoridades de Alejandría. Los magistrados solían consultarla sobre tópicos referentes a la ciudad, recibiendo muchos reconocimientos civiles por sus aportes. Era normal verla recorrer las calles de la ciudad y detenerse para explicar a las personas sobre Platón o Aristóteles.
Su singular personalidad nos muestra una mujer libre que rompe con el canon establecido en su época, entregada permanentemente al pensamiento científico y a la enseñanza; fiel a las ideas helenísticas, racionales, paganas en el momento histórico del auge del cristianismo como nueva religión imperante, que contaba con apoyo del estado romano. Esto llevó a la Alejandría de esos tiempos a un clímax que desencadenó en una espiral de violencia religiosa en donde las minorías y más débiles terminaron sucumbiendo inevitablemente al poder.
Su amistad y valioso apoyo a Orestes le ganó la enemistad con el obispo de Alejandría Cirilo, fanático cristiano y enemigo de Orestes, ella era una mujer de gran influencia dentro de las personas aristocráticas con poder en Alejandría. El obispo o Patriarca Cirilo se atribuyó competencias que según Orestes no le correspondían, lo que produjo el impasse entre ambas autoridades. Cirilo acusó a Hipatia de blasfemia, anticristiana y de negarse a renunciar al paganismo y aceptar el cristianismo. Hipatia llegó a ser el blanco de los ataques de parte de Cirilo en su contra al considerarla un peligro para su autoridad y el catolicismo. El obispo de Alejandría auspició el odio de los cristianos hacia Hipatia arengando a las masas para que la atacaran y asesinaran brutalmente como finalmente ocurrió. 
Un día de primavera, del mes de Marzo del año 415, en tiempo de Cuaresma, una muchedumbre enardecida atacó en plena calle a Hipatia, descuartizada y posteriormente quemado su cuerpo en las afueras de Alejandría. Apagaron una luz que representaba una luminiscencia en contra de la intolerancia y la irracionalidad del ser humano, ella representaba una mujer que racionalizaba y aceptaba el cristianismo como un cambio más dentro de la dinámica de la historia. Esta mujer fue vilmente asesinada por las hordas de cristianos cegados por un dañino fanatismo religioso y en defensa de un Dios.
Dios negado a la violencia y la intolerancia, pero indudablemente utilizado para satisfacer los intereses personales de muchos a través de la historia.


Créditos:
§  Wikipedia
§  Manuel de León OpenMind
§  Hypatia de Alejandría
§  Benedicto Cuervo Álvarez
§  Juan Jaramillo Antillón