Crédito fotográfico: Geczain Tovar Andueza
SYNESTIA Y LA FORMACIÓN DE LA LUNA
Por: Marcos Tulio Hostos
La Luna es el único cuerpo celeste en que los seres humanos han
posado sus huellas y ha sido nuestra compañera posiblemente mucho antes que la
vida comenzó a multiplicarse en nuestro planeta hace ya unos cuantos millones
de años, según un estudio elaborado por un equipo internacional de
investigadores que descubrieron una relación entre el tiempo en que la Tierra
fue golpeada por un objeto de las dimensiones de Marte para crear la Luna y la
cantidad de material adicionado a la Tierra.
Este cronograma geológico salió a la luz, a raíz de lo descubierto
por este equipo internacional. Se basó en las mediciones geoquímicas, del
interior de nuestro planeta y las simulaciones en el computador del disco
protoplanetario que originó todos los componentes de nuestro sistema solar,
gracias a ello se determinó con bastante exactitud la edad de la Luna. Nuestro
único satélite natural tiene una edad entre 95 millones y 35 millones de años
después de la formación del sistema Solar. Otros estudios fechan ese
acontecimiento en unos 4.530 millones de años.
En el año 2011 un equipo de científicos analizo algunas rocas
recogidas de la superficie lunar por astronautas de las misiones Apolo y
calculó que nuestro satélite podría tener unos 4360 millones de años,
actualmente sabemos que esa cifra era errónea. Determinar la edad de la Luna a
raíz de las muestras lunares es una tarea complicada, porque la mayoría están
contaminadas por numerosos fragmentos de otras rocas. A pesar de este inconveniente
un grupo de investigadores de la universidad de Princeton y California han
logrado analizar ocho circones en estado primigenio. De las rocas lunares
traídas a nuestro planeta por los astronautas de la misión Apolo 14 en 1974.
Ellos estudiaron cuidadosamente
la desintegración de los isótopos de uranio y del luterio (que habían declinado
en un elemento llamado hafnio), los
científicos llegaron a la conclusión de que la Luna es más antigua de lo que
pensábamos.
¿Cómo se formó la Luna? ¿Nació conjuntamente con la Tierra? O
¿posiblemente se formó en otro lugar de nuestro sistema solar y fue atrapada
por la gravedad de nuestro planeta?
Durante siglos muchos astrónomos han intentado esclarecer esta
incógnita con varias teorías, de las más aceptadas tenemos:
·
La
luna se formó en otro lugar diferente y en tiempo diferente a la Tierra y al
pasar fue atrapada por la gravedad terrestre. Esto plantea que la Luna era un
planetoide que inicialmente se desplazaba alrededor del Sol en una órbita entre
su posición actual (órbita terrestre) y el planeta Mercurio. Los planetas
gigantes quienes han modificado las órbitas planetarias pudieron hacer que esta
órbita cambiara hasta ser atrapada por la Tierra. Lo que es difícil de explicar
cómo la velocidad de la Luna no fue lo suficiente para escapar de la gravedad
terrestre.
·
La
Tierra y la Luna se formaron de la misma masa, de la misma materia que giraba
alrededor del Sol. Lo que indica que la Tierra y la Luna se formaron en el
mismo espacio – tiempo, formadas ambas del mismo material, y en el mismo lugar
del sistema solar. Algo que sustenta esta teoría es la datación radioactiva de
las rocas lunares traídas a la Tierra. Esto ha permitido datar entre 4.500 y
4.600 millones de años la edad lunar coincidiendo aproximadamente la edad de la
Tierra.
Pero muchos alegan que si se formaron
del mismo material, al mismo tiempo y lugar ¿Por qué ambas posen una composición
química y una densidad algo dispar?
En la Luna abunda el titanio y
compuestos poco comunes, que no aparecen en la misma proporción en nuestro
planeta.
·
La
Luna emergió de un material que se desprendió de la Tierra producto de la
fuerza centrífuga. Esto plantea que nuestro planeta tenía mayor masa que
actualmente. O lo que es lo mismo poseía la suma de la masa de la Luna y la Tierra.
Debido a la inestabilidad producto de
la fuerte rotación terrestre, parte de la masa terrestre salió desprendida de
ella. Esta masa formó parte gravitacionalmente de la Tierra, se sincronizó a su
movimiento de rotación y por acreción se
formó un cuerpo que sería nuestra Luna actual. Algunos afirman que la masa que
se desprendió proviene del Océano Pacifico, cuya profundidad media es de 4049
metros y una superficie de 180 millones de kilómetros.
Según los cálculos de algunos
investigadores para que esto suceda la Tierra debería haber rotado a una
velocidad tal que giraría sobre sí mismo en tan solo tres horas, lo que
implicaría la imposibilidad de la formación de nuestro planeta por el excesivo
momento angular.
Los científicos han presentado otras hipótesis que han tenido
aceptación dentro de la comunidad científica. La teoría que toma varios
aspectos de las teorías anteriores y afirma que en el momento de formación de
la Tierra sufrió una colisión con un cuerpo de por lo menos el tamaño del
planeta Marte que se desplazaba por el espacio. Parte de la masa de ambos
cuerpos salió arrojada, agrupándose posteriormente para dar forma a la Luna
actual.
TEORÍA DE SYNESTIA.
Un equipo de investigadores ha planteado la posible
existencia de un singular objeto planetario en el Universo llamado Synestia,
una enorme masa de rocas calientes y
pulverizadas en forma de rosquilla, producto del bestial impacto entre cuerpos
del tamaño de planetas. Según Sarah Stewart y Simon Lock, de la Universidad de
California y coautora del trabajo, en un momento temprano la Tierra también
pudo haber sido una synestia. El nombre deriva de «syn», «juntos», y «Estia»,
diosa griega de la arquitectura.
La teoría synestia, el cuál fue un suceso ubicado en la etapa
temprana de la formación de nuestro planeta y la Luna en donde se dio el evento
de synestia que consiste en los procesos de alta energía, gran momento angular,
impacto gigante entre la Tierra y otro cuerpo. A medida que la synestia se
enfría forma gotitas que se establecen en sus lados exteriores, esto produce
que el material llueva hacia adentro,
Lo que queda fuera del límite de Roche de la región interna se acumula para
formar moonlets (lunas diminutas o anillo de escombros) que se combinan para
formar la Luna. La Tierra se forma más tarde, una vez que la synestia se ha
enfriado lo suficiente como para llover dentro del límite de rotación conjunta.
La formación de la Luna dentro de una nube de vapor hace que
tenga proporciones isotópicas similares a la de la Tierra. La formación
posterior de la Tierra después del enfriamiento de la synestia, le permite
acumular más elementos volátiles que la Luna.
Esta investigación fue publicada en la revista Journal of
Geophysical Research; planets. Donde expone cómo los planetas pueden formarse a
partir de una serie de impactos gigantes. Según la teoría de formación
planetaria, establece que los planetas telúricos o rocosos (Mercurio, Tierra,
Marte, Venus) se formaron en una etapa temprana en el sistema solar, cuando
objetos más pequeños impactaron entre sí. Estos impactos fueron de tal magnitud
que los cuerpos resultantes se fundieron y quedaron en parte pulverizados. Al
término de un tiempo se enfriaron y solidificaron transformándose en los
planetas casi esféricos que conocemos actualmente.
La synestia ha insinuado que esta puede ser la clave para
explicar la formación de la Luna ya que el sistema Tierra – Luna posee
características en muchos casos similares en su composición. Un gran impacto
pudo contribuir con la formación de nuestro satélite natural al formarse una
synestia que posteriormente se solidificó en ambos cuerpos celestes.
Créditos:
Fotografía: Geczain Tovar Andueza.
Gizmodo
Muy interesante – Sarah Romero.
Centuri Dreams
ABC J DE J