HIPATYA LA
DAMA DE LAS ESTRELLAS
Por: Marcos Tulio Hostos
"Es
algo terrible enseñar que las supersticiones son verdades".
La
vida es un des-plegamiento, y cuanto más lejos viajamos mayor es la verdad que
podemos abarcar.
Posiblemente una noche estrellada del año 375 en la antigua
Alejandría, capital de la diócesis romana de Egipto nació una niña cuya vida
fue significativamente marcada por el paso de los planetas y las estrellas en
la bóveda celeste. Esta niña recibió el nombre de Hipatia y se desconoce quién
fue su madre.
Hipatia era hija del famoso filósofo, matemático y astrónomo
Teón de Alejandría, quién para entonces se dedicaba al estudio e investigación
en el Museo de Alejandría fundado por Ptolomeo. Teón estudió a Euclides y
Talauma, sus trabajos fueron: Los elementos de Euclides, El Data y la Óptica.
Es reconocida su participación en el Almagesto, recopilación de astronomía
sobre las constelaciones. En el Museo vivían aproximadamente 100 profesores que
impartían conocimiento, sumado a los profesores invitados que participaban en
la enseñanza. Hipatia ayudó a su padre a escribir las once partes de las
matemáticas que él publicó en el Almagesto de Ptolomeo.
La Astronomía, ciencia en que se enfocó a educarse Hipatia,
fue estudiada por los griegos desde tiempos inmemoriales. Ellos absorbieron el
conocimiento astronómico de las antiguas civilizaciones de la India y
Babilonia. Durante el período helenístico y el imperio Romano, muchos
astrónomos trabajaron en el estudio de la astronomía en el Museo y la
biblioteca de Alejandría.
Hipatia creció en un ambiente académico, rodeado de
filósofos, matemáticos, astrónomos e investigadores en donde la constante
enseñanza de su padre la ayudó a conocer y formarse dentro de las concepciones
de la naturaleza, el universo del helenismo
pagano, la filosofía y el racionalismo. Ella por su posición privilegiada pudo
tener acceso a libros, pergaminos, textos y manuscritos sobre ciencias exactas
desde muy joven, cosa que era prohibido para la mayoría de las personas,
también se rodeó de intelectuales, científicos y librepensadores..
La Alejandría en donde transitó Hipatia en los
primeros años del siglo V, era una verdadera metrópolis, para ese período
Alejandría era famosa por su Museo de gran popularidad como centro científico,
su voluminosa biblioteca, poseía una inmensa cantidad de libros sobre el
conocimiento y cultura de muchos pueblos; además poseía grandes templos, su
número de habitantes en donde se mesclaban diferentes culturas era elevado para
el estándar de la época. Fundada por Alejandro Magno en el año 332 A.C. cuando
el conquistador Alejandro le arrebató Egipto al imperio Persa al derrotar a
Darío III. Se dice que Alejandro Magno al entrar a la ciudad fue aclamado como
un libertador.
Como ciudad capital de Egipto,
Alejandría formaba parte del imperio romano de Oriente y era gobernada por un
prefecto nombrado por el mismo emperador de Constantinopla; pero para esos
tiempos una gran parte de la población obedecía las directrices de su obispo y
patriarca Cirilo, quién defendía la fe y la ortodoxia de los habitantes
cristianos a nombre de la iglesia.
Desde que el emperador Teodosio I
proclamara el cristianismo como religión única para el imperio, el poder
eclesiástico se consolidó y tomó las ciudades y se fijó como objetivo el
arrinconar el antiguo paganismo, actuando con dureza y ferocidad, no solo en
contra de los practicantes de los antiguos cultos sino en contra de los que
pensaban diferentes, herejes, cristianos no católicos y judíos muy numerosos en
la ciudad.
Su padre Teón, se cuidó en
cultivar la curiosidad innata de Hipatia y se esmeró en darle una buena educación
científica sobre matemáticas y astronomía durante su niñez, hasta el punto de
enviarla a regiones distantes como Italia y Atenas para estudiar filosofía y
así ella pudiera ampliar su visión de su
mundo contemporáneo. Al morir su padre regresa a Alejandría y se dedica a
impartir el conocimiento adquirido entre sus alumnos.
Hipatia era una joven dotada de gran
belleza e inteligencia que llegó a cultivar rigurosamente su cuerpo mediante
varias técnicas de ejercicios físicos que le permitieron mantener su cuerpo
saludable y su mente despierta. Sin embargo, a pesar de ser una mujer bella e
inteligente y seguramente pretendida por muchos, no fue tuvo interés en
mantener una relación estable que la llevara a concretar un matrimonio; ella
toda su vida conservó principios morales y éticos y estuvo focalizada en la
ciencia y la enseñanza.
Es importante destacar que ella
nunca trabajó en la Biblioteca de Alejandría, ya que esta había sido destruida
años antes, su padre trabajó en el Sarapeum, un anexo que fue lo único que
sobrevivió a la destrucción de la famosa biblioteca, este también fue destruido
posteriormente.
Su actitud de apego al estudio de
la ciencia y su filosofía de vida basada en la tolerancia y la racionalidad le originó
un gran aprecio y admiración de un amplio sector de la comunidad. Ella se
convirtió en un símbolo que personificaba la ciencia y las artes en la región.
Enseñó a un selecto grupo de aristócratas que poseían cargos influyentes del
cuál formaban partes cristianos, paganos y judíos sin distinción.
Hipatia
se dedicó además a escribir libros sobre geometría, álgebra y astronomía y
logró mejorar el diseño de los primeros modelos de astrolabios (instrumentos
dedicados a medir la altura de los astros y el Sol utilizado para la
navegación), Logró hacer el salto gigantesco de pasar de la ciencia dedicada
solo a la reflexión a la ciencia de estudio de campo y observacional como fue en el caso de la
astronomía. Se dedicó a hacer observaciones de órbitas planetarias, posiciones
de las estrellas en la bóveda celeste, la creación de planisferios, tablas
astronómicas y teorizó sobre la verdadera posición del Sol y la Tierra en su
concepción existente primitiva y reducida del Universo que prevalecía en su
época. También se le atribuye la construcción de un hidrómetro y un
hidroscopio.
Hipatia constituía parte de la
élite pagana que era fiel a sus antiguas ideas y creencias que formaban parte
de su herencia cultural. Esa élite pagana defendía su legado clásico
helenístico en contra de una realidad cada vez más sombría para ellos,
representada por el hostil cristianismo imperante, fortalecido por la decisión
del emperador Teodosio I de ser la religión oficial del imperio romano.
El poder eclesiástico se
consolidó y tomó las ciudades y se fijó como objetivo el arrinconar el antiguo
paganismo, actuando con dureza y ferocidad, no solo en contra de los
practicantes de los antiguos cultos, sino en contra de los que pensaban
diferentes, herejes, judíos muy numerosos en la ciudad.
Existía toda una estructura
formada por el clero y los monjes que vivían en los alrededores en favor de la
obediencia al obispo, estos en situaciones de tensión ejercían la violencia,
fomentaban disturbios para demostrar su poder e intimidar, incluso llegaron a
destruir los templos de los infieles.
Para ese período de la historia
Egipto formaba parte del imperio romano de Oriente y era gobernada por un
prefecto nombrado por el mismo emperador de Constantinopla; pero para esos
tiempos un gran número de la población obedecía las directrices de su obispo y
patriarca quién defendía la fe y la ortodoxia de los habitantes cristianos a
nombre de la iglesia.
Realmente Hipatia le tocó vivir
una época convulsionada y confusa, que trastocaba los cimientos de la
civilización en que ella había crecido, solo su fortaleza mental y su formación
académica le permitieron sobre llevar estas circunstancias inevitables. Y por
qué no decirlo, Hipatia vivió en un momento de la historia en que la mujer era
desvalorizada y nulificada, el solo hecho de ser mujer constituía una
desventaja para ella o para cualquier otra mujer.
Su fidelidad al paganismo la
llevó al choque con la cada vez más poderosa iglesia católica, ella en cierto
modo representaba el declive de la civilización helenística, su ciencia, arte y
cultura pagana. Su prestigio y fama en Alejandría la hacían blanco de envidias
y celos infundados al presentarla como un enemigo potencial del nuevo status
establecido por el imperio romano.
Ella apoyó y llegó a ser la
consejera en temas políticos del prefecto Orestes (quién fue su discípulo),
nombrado como autoridad por el Emperador Teodosio I. Ella además fue consejera
de las altas autoridades de Alejandría. Los magistrados solían consultarla
sobre tópicos referentes a la ciudad, recibiendo muchos reconocimientos civiles
por sus aportes. Era normal verla recorrer las calles de la ciudad y detenerse
para explicar a las personas sobre Platón o Aristóteles.
Su singular personalidad nos
muestra una mujer libre que rompe con el canon establecido en su época, entregada
permanentemente al pensamiento científico y a la enseñanza; fiel a las ideas
helenísticas, racionales, paganas en el momento histórico del auge del
cristianismo como nueva religión imperante, que contaba con apoyo del estado
romano. Esto llevó a la Alejandría de esos tiempos a un clímax que desencadenó
en una espiral de violencia religiosa en donde las minorías y más débiles
terminaron sucumbiendo inevitablemente al poder.
Su amistad y valioso apoyo a
Orestes le ganó la enemistad con el obispo de Alejandría Cirilo, fanático
cristiano y enemigo de Orestes, ella era una mujer de gran influencia dentro de
las personas aristocráticas con poder en Alejandría. El obispo o Patriarca
Cirilo se atribuyó competencias que según Orestes no le correspondían, lo que
produjo el impasse entre ambas autoridades. Cirilo acusó a Hipatia de
blasfemia, anticristiana y de negarse a renunciar al paganismo y aceptar el
cristianismo. Hipatia llegó a ser el blanco de los ataques de parte de Cirilo
en su contra al considerarla un peligro para su autoridad y el catolicismo. El
obispo de Alejandría auspició el odio de los cristianos hacia Hipatia arengando
a las masas para que la atacaran y asesinaran brutalmente como finalmente
ocurrió.
Un día de primavera, del mes de
Marzo del año 415, en tiempo de Cuaresma, una muchedumbre enardecida atacó en
plena calle a Hipatia, descuartizada y posteriormente quemado su cuerpo en las
afueras de Alejandría. Apagaron una luz que representaba una luminiscencia en
contra de la intolerancia y la irracionalidad del ser humano, ella representaba
una mujer que racionalizaba y aceptaba el cristianismo como un cambio más
dentro de la dinámica de la historia. Esta mujer fue vilmente asesinada por las
hordas de cristianos cegados por un dañino fanatismo religioso y en defensa de
un Dios.
Dios negado a la violencia y la
intolerancia, pero indudablemente utilizado para satisfacer los intereses
personales de muchos a través de la historia.
Créditos:
§ Wikipedia
§ Manuel de León OpenMind
§ Hypatia de Alejandría
§ Benedicto Cuervo Álvarez
§ Juan Jaramillo Antillón